Todos sabemos que los baños públicos pueden ser muy sucios.
¿Quién no ha abierto la puerta de un baño y ha quedado horrorizado con el olor? Sin mencionar toda la gente que se sentó en el inodoro para hacer sus necesidades… La solución parece obvia: cubrir el asiento con unas cuantas piezas de papel higiénico para al menos crear una barrera entre tu cuerpo y todas las asquerosas bacterias. Quizás esta capa de papel nos protegerá ¿Verdad?.